El coño de mi hermanastra succiona mi verga

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El coño de mi hermanastra me vuelve loco. Follo a mi hermanastra porque quiero hacer sus deberes a cambio. Soy de una familia bastante pobre, mis padres son dueños de una pequeña industria familiar donde los dos trabajan y se las arreglan. El resto de la familia está compuesta por mi hermana Sandra, de 7 años, y yo. Francisco (Fran para los compañeros), que a la hora de empezar esta historia tenía 9 años. Sin lugar a dudas es una preciosa hermanita que seguro muchos quisiéramos follar.

La casa en la que vivimos es algo pequeña y de antiguo desarrollo, se compone de piso y bajo. En la planta baja, está el negocio familiar. El el piso de entonces estaba enmarcado por una cocina, un pequeño baño y 2 habitaciones. En las que participábamos, una (la más grande) de nuestros padres y la otra mi hermana y yo. Su hermano dotado pretende follarla sin duda alguna.

Mis padres tenían 32 años por entonces, él y ella tenían 29. Los dos eran excepcionalmente ardientes, siempre que era útil para tener relaciones sexuales, cuando salíamos venían, te golpeaban. Yo, que a pesar de tener 9 años, era astuto y no se me escapaba ningún detalle, vi como en un evento, el padre le indicó a la madre en el taller otro aparato que había comprado, este tenía una forma extraña (Más tarde pude descubrir que tenía el estado de un consolador) Le echó un vistazo insidioso. Este tío calentón folla sin prejuicio alguna a su hermanastra.

Muslos delicados para abrir
Presentó este dispositivo entre el pulgar y el índice, consolidado en una curva, moviéndolo todo con delicadeza. Se rió de una manera excepcionalmente extraña, abrió y cerró los muslos con toda libertad. De la nada se me pidió que procediera a jugar en el lugar de ciertos vecinos y compañeros. Dije que sí y además verdaderamente agradable todavía. Presumí algo, así que salí y cuando llegué a la carretera giré y entré en el piso superior por un acceso indirecto que llevaba a la cocina. El piso superior también estaba disponible desde el taller, este tenía un pequeño tramo de escaleras en una esquina.

Como supuse y sin saber realmente por qué. Poco después de que me cubrieron en la cocina oí cómo subían el pequeño tramo de escaleras. Con una tonelada de risas y murmullos de su parte.

Pensaron que estaban distantes de todos los demás y no tomaron ningún tipo de salvaguarda. Cuando ella apareció en el suelo me quedé con la boca abierta con asombro. Sólo tenía puesta la ropa interior y el sostén, El padre apareció detrás de ella con su ropa y le limpió el trasero. Cuando ambos estuvieron arriba la abrazó suavemente, la besó por todos lados y la acostó en la cama. Desde mi escondite no perdí ningún detalle mi visión era absoluta.

Que lindo ver a mamá desnuda
Me encantó ver a mamá desnuda, tenía un cuerpo fabuloso, a pesar de que no era alta era muy proporcionada. Sus tetas eran encantadoras, redondas ni enormes ni pequeñas, sus areolas estaban completamente erguidas, maravillosas. El cuidado que le gustaba dar mordiscos y chupar sin parar, su abdomen de avispa y su lata eran increíbles.

Sin embargo, lo que me llamó la atención fue cuando papá le quitó la ropa interior. Vi su coño, era tupido, de pelo oscuro y ondulado, todo alrededor diseminado. Hasta tal punto que no impidió en absoluto observar su separación que por entonces y por la energía que tenía. Se veía con los labios hinchados y medio abiertos. Papá metió la cabeza entre las piernas de mamá y yo percibí cómo le metía la lengua en el coño, no lo entendí y hasta me dio náuseas, pero mamá se quejaba cada vez más y decía

Sigue mi adoración, sigue, me estás matando con tu gusto. Una linda comida de coño para saborear se me antoja.

Después de un rato de que él le chupara el coño, ella se metió en la cama, se quitó la ropa de su padre, tomó su verga y empezó a chuparlo como un yogur helado, los dos gimiendo y temblando de placer, en ese momento dio un grito y dijo…

Por favor, néctar, por favor y métemelo, me estoy prendiendo fuego. Pero a mi me gustan mucho las comidas de coño, déjame hacértelo.

Adoro el coño de mi hermanastra
El padre se quedó encima de ella, con sus manos le apretó las tetas, tomó una de sus areolas con la boca y le dio pequeños mordiscos. Su pene rozó la raja de la madre, inesperadamente la metió dentro de ella de un solo golpe y me di cuenta de lo extraordinario que era el coño.

Sus desarrollos fueron firmes y suaves, dobló sus piernas sobre la espalda de su padre. Ambos inesperadamente comenzaron a moverse tanto, que me imaginé que romperían la cama. La madre jadeaba como un felino y el padre gruñía como un oso y pronto los dos dieron un grito. Pensé que algo terrible había sucedido, a pesar de lo que se podía esperar, tuvieron un enorme clímax. Como parecía que la cosa estaba acabada, antes de que me atraparan salí a toda prisa.

Toda esa escena quedó grabada en mi memoria de forma permanente. Fue el detonante de nuestra vida futura y eso provocó en cierta medida las realidades de esta historia. Desde ese momento nunca espié a mi madre, no dejé pasar la oportunidad de verla desnuda. En calzoncillos o lo que sea, cuando se zambulló me senté ante ella para ver sus piernas, ella lo vio y sonrió, no dijo nada. En el momento en que yo tenía 9 o 10 años de edad. Yo estaba en ese punto de partida, y obviamente consistía en su bienestar.

Cuando cumplí 10 años, mi padre se enfermó y al año siguiente pateó el balde. En ese momento yo era retorcido y molesto. Supongo que era una especie de temor de la zona, todo el mundo se quejaba a mi madre, en particular

Date: febrero 11, 2022

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