Gigantesco polvo entre Gia Dimarco y Katrina Jade, ¡buuf! Como se las gastan estas dos compañeras, ¿no es así? Las vemos cargarse y comerse los coños como locas folladoras. Se besan por todo el cuerpo y se ponen a mil, para apreciar un clímax gigantesco, lo codiciosas que son….
Es difícil acertar con algo tan subjetivo, pero el de Katrina Jade es posiblemente el caso en el que más pornófilos estaríamos de acuerdo: es sencillamente perfecto. Como mínimo se acerca a la perfección absoluta y natural más que ningún otro. Contrastando con eso, sus piercings y sus tatuajes añaden agresividad y mucha personalidad a una pornstar que transmite siempre la sensación de estar justo donde ella quiere, y sus rasgos fruto de ascendencia italiana, mexicana y hawaiana confirman que el mestizaje es la fórmula mágica de la belleza.
Katrina es también una mujer de convicciones: entró en el porno como una válvula de exploración de su propio cuerpo y su sexualidad, animada y arropada por su marido Nigel, un corpulento fotógrafo profesional cubierto de tatuajes al que de vez en cuando le gusta marcarse cameos en las escenas de Katrina, presenciando cómo se follan a su mujer. Así fue el primer interracial de Katrina, una sesión de cuckold (adulterio con humillación) con dos negrazos, y desde entonces la increíble morena no ha parado de repetir con sementales afro, su plato favorito.
Mientras sigue progresando en el porno (con sus ases en la manga, como buena empresaria), Katrina nunca deja de comportarse con vehemencia y un oscuro sentido del humor en redes sociales, aunque se muestra siempre accesible con sus fans, con quienes reconoce haber ejercido de swinger en varias ocasiones. ¡Eso sí que es llevar bien la fama!